Centolla Gallega

La forma más común de preparar la centolla es cocida, lo que resalta su sabor y textura.

Para cocerla correctamente, comienza llenando una olla grande con agua suficiente para cubrir completamente las centollas. Añade sal al agua, para darle sabor al marisco. Una vez que el agua esté hirviendo, introduce las centollas con cuidado. El tiempo de cocción depende del tamaño de las centollas, pero generalmente se cocinan entre 15 y 20 minutos. Si son más grandes, es posible que necesiten hasta 25 minutos de cocción. Durante la cocción, la centolla cambiará de color, pasando de un tono grisáceo a un rojo brillante. Cuando estén cocidas, sácalas del agua y déjalas enfriar.

La centolla se puede servir entera o, si lo prefieres, desmenuzar la carne para incorporarla en ensaladas, como relleno para otros platos o como aderezo. Cocida de esta forma, la centolla conserva todo su sabor y es ideal para disfrutar de su máxima frescura.

La centolla es un crustáceo fresco y vivo que ofrece un sabor único en la cocina. Para garantizar que se conserve en su mejor estado, es fundamental mantenerla entre 3 y 5 ºC.

Asegúrate de guardarla tapada con un paño húmedo, lo que ayudará a mantener su frescura y calidad. Recuerda que cuanto antes consumas la centolla, mayores serán sus propiedades y mejor será su sabor. Sigue estos consejos para disfrutar de la centolla fresca y sabrosa que ofrece el mar.